La Brèche Romaine es la antigua cantera de mármol del pueblo, explotada por los romanos desde la época de Pompeyo (hacia el 75 a.C.).
Esculpida en la ladera de la montaña, es una de las escasas canteras antiguas en las que aún pueden verse las huellas de la extracción.
La piedra caliza fue parcialmente disgregada por la presión de las placas tectónicas ibérica y euroasiática, lo que dio lugar a la formación de la cadena pirenaica. Son estas características geológicas las que le dan su color y forma característicos, de ahí su nombre de brecha.
Se cree que los romanos fueron los primeros en extraer mármol aquí, debido a la facilidad de acceso.
Considerado uno de los monumentos históricos del pueblo, en la actualidad se ha desarrollado como lugar de escalada, ofreciendo acceso a los escaladores y promoviendo al mismo tiempo este patrimonio excepcional.