Los baños emolientes se utilizaban como contrapunto a los baños de agua sulfurosa. Preparados a base de plantas, tenían propiedades suavizantes y se consideraba que limitaban la irritabilidad de los nervios. También se tomaban baños emolientes en la ciudad: la sociedad de baños termales hizo construir un edificio especial en los Quinconces, en el emplazamiento de la antigua piscina de los caballos, que aún figura en el plano de Castex de 1882. Artículos de prensa de mayo de 1895 indican que se había encargado a artistas la decoración del gran salón de banquetes del casino y del nuevo establecimiento de baños emolientes, dando una fecha aproximada para su construcción. El proyecto de B. Castex, fechado en octubre de 1891, no parece corresponder al plan adoptado. Los baños ocupaban la planta baja, con alojamiento para el supervisor en el piso superior. El edificio anexo (al oeste) albergaba oficinas. Los baños estaban distribuidos en forma de U por una galería cubierta y un pasillo de servicio en la parte trasera. Cada ala de la U tenía 8 cabinas de baño precedidas de vestuarios. El ala central albergaba una ducha y 2 cabinas de baño, mientras que las esquinas de la U estaban reservadas a la sala de calderas y a los aseos y la lencería. El edificio se completaba al este con 3 ábsides dedicados respectivamente a la leña, el carbón y la caldera (en el centro).
La finalidad del pabellón cambió en 1920 y se transformó para albergar los baños radiactivos en lo que se rebautizó como «pabellón Moureu» en homenaje al químico Charles Moureu. El agua del manantial de Lepape se canalizaba aquí y se utilizaba sobre todo para tratar el reumatismo y la hipertensión arterial.
El edificio alberga ahora la «maison du curiste», un lugar donde los visitantes pueden relajarse y disfrutar de exposiciones.
